5 consejos para evitar recaídas de alcohol en verano
La enfermedad de adicción no entiende de estaciones. Es una dolencia crónica siempre presente. Sin embargo, hay temporadas del año en que el riesgo de recaída aumenta.
Hablamos lógicamente de las personas que están en tratamiento. La persona que no asiste a terapia no cuenta, en este caso, porque no ha dejado de consumir y vive, por desgracia, en una recaída constante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga la adicción como enfermedad.
Es una patología física, psíquica y emocional que se caracteriza por la pérdida de control sobre una sustancia o conducta.
La adicción es una dolencia crónica, degenerativa y fatal, en caso de no mediar un tratamiento específico. La OMS suele agregar que es una enfermedad con tendencia a la recaída.
Esto es cierto solo para las personas que no hacen una rehabilitación en condiciones. En cuyo caso, están condenadas a recaer una y otra vez, sin remisión.
Calidad de vida
Sin embargo, las personas bien recuperadas dejan atrás para siempre el consumo, adquieren calidad de vida y retoman el control de su vida.
En cualquier caso, hay temporadas que son más traicioneras para la persona adicta. Especialmente dos épocas del año, en que el consumo de alcohol y otras drogas se multiplica entre la población general.
Nos referimos a la Navidad y al verano.
Los meses de julio y agosto son la época de vacaciones por excelencia. La actividad laboral decrece y aumentan las horas de ocio.
Aunque estemos todavía con restricciones por el Covid, el verano es una época en que estamos más en la calle, socializamos más, viajamos más y nos relajamos más, en todos los sentidos.
La persona en tratamiento no debe, en cambio, relajar su actitud.
La enfermedad de adicción no descansa, no se coge vacaciones.
Hay que tener en cuenta que en adicción no hay casualidades, sino causalidades.
La recaída no se produce, se elabora.
En Cruz de Oro Bilbao, decimos que en realidad no existe la recaída, sino un tratamiento mal hecho.
Recomendaciones no cumplidas
La persona en tratamiento que recae lo hace porque incumple las pautas y las recomendaciones de las terapias. Así de sencillo.
La recaída es siempre el final de una cadena de transgresiones, licencias y descuidos. Una acumulación de actos contrarios al tratamiento.
¿Qué debe hacer la persona adicta en tratamiento para no recaer en verano?
Te damos 5 consejos para no recaer en las vacaciones estivales.
- Asiste a todas las terapias.
- Consulta con el grupo de ayuda mutua la conveniencia de salir de viaje o desplazarte a un lugar de vacaciones.
- Cumple un horario fijo como el resto del año que incluya levantarse y acostarse pronto, comer a la misma hora y hacer deporte a diario.
- Utiliza el teléfono para hablar cada día con personas del grupo de terapia.
- Evita los lugares, situaciones y personas asociadas al consumo como son bares, restaurantes, fiestas, aglomeraciones y personas relacionadas con el consumo.
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